Si se suman todas sus etapas, la construcción es el sector con mayor Huella Ecológica de nuestro planeta. Conforme a los datos de las Naciones Unidas, la construcción contribuye hasta en un 30% en las emisiones anuales de gases de efecto invernadero, consume hasta un 40% de la energía, extrae un tercio de los materiales del medio natural, genera el 40% de los residuos sólidos urbanos, consume un 12% del agua potable y ocupa el 12% del territorio del planeta.
Los datos son únicamente el reflejo de la ya mencionada violencia medioambiental que ejerce el propio hecho de extraer materiales de la corteza terrestre para su transformación química e inserción en el medio físico para construir las ciudades en las que hoy en día vivimos. La urgencia de una modificación sobre el modus operandi establecido en la manera en la que pensamos cómo hacemos arquitectura, se produce en nuestro país a través de una doble vía: por un lado, una investigación hacia las raíces de nuestra cultura material más arraigada y por otro, de la asimilación de los procesos, identidades y requisitos de un mundo global hiperdesarrollado.
En este camino de ida y vuelta se encuentran estas tres corrientes que proponen un imaginario futuro de posibilidades y coexistencia para luchar contra aquellos pronósticos de la catástrofe inmediata. Todas ellas se acercan al problema a través de un enfoque crítico asentado sobre las bases teóricas de los últimos años que han dado forma al modo en el que hoy entendemos la disciplina :
A. Eco-Regionalismos: dentro de este grupo se localizan aquellas prácticas de herencia framptoniana que trabajan desde lo local hacia lo global. Durante los últimos años en España han surgido numerosas arquitecturas que atacan el problema con una conciencia material, utilizando recursos de proximidad y bajo impacto en su ciclo de vida (extracción, transformación, transporte, aplicación y mantenimiento), actualizándolos mediante las técnicas de construcción y estándares contemporáneos, sin perder el vínculo identitario del lugar en el que se emplazan los proyectos.
B. Tecno-Ecologismos: aquí se hallan aquellas prácticas que operan desde investigación propositiva de sistemas tecnológicos eficientes y revolucionarios para construir soluciones no convencionales. Estas arquitecturas se conciben mediante un recorrido inverso al anterior, es decir, desde lo global hacia lo local; atraídas por unas dinámicas que se apoyan en los avances científicos y el trabajo con los datos para generar modelos alternativos de formalizar sus arquitecturas.
C. Arquitecturas de mediación: son aquellas cuyo punto de partida se encuentra en un término intermedio entre lo local y lo global. Éstas se acercan a la ecología a través de un pensamiento crítico sobre cómo los ecosistemas son escenarios en los cuales conviven numerosos agentes con orígenes, necesidades y características independientes sobre los que la arquitectura se presenta como una posible herramienta para armonizar la coexistencia de todos ellos.
En la confluencia entre estos tres grandes grupos se desarrollan intervenciones transversales de carácter variado que hemos categorizado como Proyectos, Instalaciones, Iniciativas, Prototipos y Textos.
La vivienda se concibe desde la conjugación abierta de los espacios estanciales mediante el desnudo de la pared longitudinal de la vivienda que comparten todos ellos. En el centro se introduce un cubo que contiene los elementos servidores y articula el proyecto. Los estadios del proceso de la reforma se confunden en el dibujo. La inclusión del agente externo contamina la escena. Lo que fue, lo que es mientras se transforma y lo que será son lo mismo.
Alicia camina por la casa de ladrillo. La obra terminada muestra el carácter de la obra en construcción. La pared define el tono y el ambiente sobre el que el resto de elementos se disponen. Alicia se mueve difusa y recorre todo el pasillo hacia la luz de la ventana. Su falda roja se marca sobre el zócalo de yeso blanco mientras que su blusa blanca mancha la pared de ladrillo. Contraste cromático casual o intencionado, a veces las cosas suceden porque sí.